La carrera de Laurina (2000) está ligada al Oviedo donde fue creciendo y madurando su juego hasta ser la pieza más desequilibrante de las azules antes de salir de su zona de confort y comprometerse con el Real Betis, con el que disputó la primera liga profesional de la historia. Tres temporadas después -tras pasar por el propio Betis y el Deportivo de la Coruña- regresó al club carbayón.
Con la selección nacional, la atacante asturiana se proclamó subcampeona de Europa sub17 en Bielorrusia, logró el bronce en el Mundial FIFA sub17 de Jordania, fue convocada para disputar el Torneo de exentos de 2019 y acudió con la sub23 en 2021.